La Fiscalía solicita cinco años de prisión para un vigilante que intentó violar a una turista

La Fiscalía solicita cinco años de prisión para un vigilante de seguridad que en el año 2008 intentó violar a una joven turista en el municipio de San Miguel de Abona, en el sur de Tenerife. En el escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público considera que los hechos ocurridos el 31 de agosto de 2008 son constitutivos de un delito de agresión sexual en grado de tentativa. Además, solicita del tribunal que, en el caso de que resulte acreditada la culpabilidad del reo, se le imponga el pago de una indemnización por los daños morales sufridos por la víctima, y cuya cantidad se determinará en la ejecución de la sentencia que corresponda.

Contra el acusado hay rastros biológicos recogidos y analizados el día en el que se produjeron los hechos, ADN que correspondería al autor material de la agresión sexual no consumada.

Según el relato que mantiene el Ministerio Fiscal, el acusado es Diego N. S., quien trabajaba como vigilante de seguridad en los exteriores de un complejo turístico del término municipal de San Miguel de Abona cuando, sobre las 02:00 horas del 31 de agosto de 2008, se le acercó una joven turista que disfrutaba de sus vacaciones de verano en un complejo de apartamentos de la Isla.

La joven no habría sabido, a esas horas de la noche, cómo regresar hasta el complejo turístico en el que se alojaba, así que al ver al hoy acusado con su uniforme de vigilante de seguridad, se acercó a él para que éste le indicara el camino de regreso.

El acusado, sostiene la Fiscalía, aprovechando esta circunstancia y con el ánimo de engañarla, se ofreció a acompañarla hasta el apartamento en el que se hospedaba. Así, ambos caminaron juntos unos metros por una de las calles interiores del complejo hasta que llegaron a la puerta de acceso del personal.

La mujer, creyendo que por aquella entrada se accedía directamente hasta los apartamentos residenciales, entró primero siguiéndole posteriormente el vigilante. Una vez en la zona reservada para el personal del complejo, y hallándose en el pasillo de entrada a los baños, el acusado agarró con fuerza de los brazos a la mujer, “obligándola a acceder a uno de los aseos, y guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, la empujó bruscamente contra la pared, levantándole la falda para luego aproximar a su cuerpo su pene desnudo con la intención de introducírselo en la vagina”, según relata el Ministerio Público.

La víctima, sorprendida y asustada, comenzó a gritar mientras se revolvía con todas sus fuerzas y apretando todo lo que podía las piernas para impedir que el agresor lograra penetrarla.

Finalmente, y dada la resistencia que mostró la víctima, el acusado eyaculó sobre el vestido sin haberla llegado a penetrar. Acto seguido abandonó el lugar rápidamente, logrando la mujer ponerse a salvo y denunciar los hechos ante la Guardia Civil.

Como pruebas de cargo, la Fiscalía presentará los análisis de ADN elaborados por los expertos de la sección de Biología del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses que analizaron los restos de semen que fueron hallados en el vestido que llevaba puesto la mujer cuando fue atacada.

También se ha interesado la comparecencia de las médicos que realizaron la exploración y conformaron el parte de lesiones de la víctima.