Los abogados de las acusaciones particulares en el caso Madrid Arena han considerado “sospechoso” que la única cámara de seguridad que no funcionó en las tres salidas del recinto habilitadas en la noche de la tragedia, porque se trataba de una carcasa o una falsa cámara, fuera precisamente la del pasillo donde se produjo la avalancha que provocó la muerte de cinco jóvenes en una macrofiesta el pasado 31 de octubre. Así lo han asegurado, informa Arantxa Marculeta en TVE, tras la primera inspección ocular del recinto en la que han participado todas las partes implicadas.
El juez, la Fiscalía, los abogados de las víctimas y los defensores de las empresas implicadas han visitado el pabellón para revisar el operativo de seguridad, y han obtenido con un láser las dimensiones del pasillo donde se produjo la avalancha, de apenas 3 metros de ancho por 12 de largo.
En esta, la segunda inspección desde que se produjeron los hechos, los abogados de las acusaciones, los únicos que han hecho declaraciones a los medios de comunicación al terminar la inspección, han visto la sala que se utilizó como enfermería, en la que atendieron a las víctimas de la avalancha, que han calificado como un “cuchitril” y que según han explicado, no habían visto en su anterior visita, en la que accedieron a otra enfermería.
Cámaras dentro y fuera del recinto
La inspección ha terminado con un recorrido por los exteriores del pabellón, para comprobar si había cámaras en las proximidades que pudieran haber grabado la entrada de entre 2.500 y 3.000 personas procedentes de un “botellón” en las inmediaciones, cuando comenzó el concierto de Stve Aoki.
El objetivo era revisar la función y las posiciones que tenían las empresas contratadas en la noche en que se produjo la tragedia: Seguriber y Kontrol 34. Así, se ha centrado este miércoles en los accesos de entrada y salida del recinto y la colocación de las 127 cámaras de seguridad
Es la primera vez que todas las partes implicadas inspeccionan el lugar de los hechos, y la visita constará en el sumario del caso, ya que para ello también se ha trasladado un secretario judicial que se ha encargado de levantar acta. También han participado en la inspección el abogado de Miguel Ángel Flores, propietario de la empresa Diviertt, organizadora de la macrofiesta, el abogado de la empresa de seguridad Kontrol 34 y la representante de la acusación popular del colectivo Manos Limpias.
Los abogados de las víctimas también han confirmado antes de la inspección, informa Tamara Álvarez de TVE, que varias de las cámaras de seguridad, entre otras, la del vomitario donde ocurrió la avalancha, eran falsas.
Inspecciones del Madrid Arena
La anterior inspección ocular en el caso se produjo el pasado 13 de noviembre, cuando el juez Eduardo López Palop, visitó el lugar de los hechos. En esta ocasión, también está prevista la presencia del juez y de los abogados de las cinco jóvenes fallecidas.
Con esta segunda inspección, también se preparan las comparecencias de los imputados en el caso, que comenzarán el próximo 15 de enero. Los abogados de las víctimas inspeccionaron el recinto el pasado 12 de diciembre y concluyeron en su visita que el Madrid Arena es “una ratonera”.
Los trabajos de la comisión de investigación del Ayuntamiento de Madrid sobre el caso concluyeron el pasado 12 de diciembre con la conclusión de que la policía municipal debería estar presente en los espectáculos públicos con más de 5.000 asistentes y que los organizadores de las macrofiestas tendrían que contratar los servicios del Samur.
“Ninguna medida para controlar el botellón”
Abdón Núñez, el abogado de la familia de una de las víctimas de la avalancha en la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, ha señalado que el Ayuntamiento no adoptó ninguna medida para controlar el “botellón” que hubo fuera del recinto y esto tuvo una influencia directa en lo que ocurrió dentro.
Así lo ha expresado antes de la inspección ocular del pabellón. Para el abogado, las decisiones que se tomaron fueron “pésimas”, se reaccionó “tardísimo”, no se envió a la Policía Municipal y esto tuvo “una influencia directa” en lo que ocurrió dentro del Madrid Arena.
Ha detallado que las imágenes grabadas por las cámaras del Madrid Arena revelan que en un momento determinado alguien avisa en el “botellón” que va a empezar la actuación del pinchadiscos Steve Aoki y 2.500 personas entran por la salida de emergencias, que es por donde tendría que haberse evacuado el local, lo que, en su opinión, “es caótico, es tremendo, es algo que no tiene nombre”.
Núñez ha precisado que en esta inspección ocular confirmarán una serie de defectos de seguridad, de entradas de bomberos y un conjunto de medidas que no se cumplen, tras las “barbaridades” que las acusaciones particulares constataron en la visita anterior.
La investigación del caso que lleva a cabo el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López Palop, es “perfecta”, ha dicho Núñez, quien ha mostrado su confianza en que de forma urgente se solucione la falta de medios del Juzgado para evitar que la instrucción del caso dure cinco o seis años.
Parece mentira que el Juzgado no tenga medios
“Parece mentira” que el Juzgado no tenga medios, habiendo cinco personas fallecidas, once imputaciones, numerosos testigos y cientos de horas de grabación de imágenes y voces, ha resaltado el letrado.
Por su parte, Felipe Moreno, el abogado de la familia de otra de las víctimas, Rocío Oña, ha indicado que, en esta visita, el secretario judicial levantará acta de una serie de datos objetivos como la anchura y la longitud del vomitorio donde ocurrieron los hechos, así como de la localización de las cámaras, la enfermería y los mostradores donde depositaron a algunas de las chicas, entre otros detalles importantes para la investigación.
Además, determinarán cuáles de las 127 cámaras eran las más relevantes y cuáles eran carcasas sin grabaciones, según Moreno, quien ha apuntado que hay que ver por dónde accedieron al recinto las 3.000 personas que estaban en el “botellón” y se colaron al espectáculo de Aoki.
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