La seguridad física tendrá una convergencia irremediable en la seguridad de la información.

La cantidad de datos digitales en el mundo ha sufrido un crecimiento exponencial, es  esencialmente como una explosión sin control. El noventa por ciento de los datos que actualmente existen en el mundo fueron creados en los últimos dos años y la producción de datos será 44 veces mayor en 2020 de la que fue en 2009. El reto en el entorno empresarial no es sólo capturar y almacenar estos conjuntos de datos, si no sintetizar, visualizar e identificar el valor de los datos subyacentes, todo ello con la seguridad que estos requieran para cada caso.

Imaginemos toda la información que manejamos desde el departamento de seguridad, ya solo nuestro departamento maneja cantidades ingentes de información de lo más valiosa, investigaciones, accidentes, robos, vandalismo, amenazas, agresiones, verificación de antecedentes, las auditorías y las grabaciones de vídeo, por ejemplo. Toda esa información debe ser recolectada, estructurada, y se resume en forma de informes diarios, informes mensuales, informes de pérdidas y más.

Ahora pensemos solo un momento que cantidad maneja nuestra empresa en los distintos departamentos y que calidad de seguridad deberíamos ofrecerla, operaciones del negocio, clientes, redes comerciales, finanzas, etc. etc.

Vamos a añadir a esta ensalada un poco de actualidad de lo más realista, fuentes de datos externas, consultorías, redes sociales, empleados, etc. etc. con los cuales también trabajan nuestras empresas y que en muchas ocasiones pueden que lleguen a estar fuera de nuestro alcance.

Por todo ello, nuestro departamento de seguridad y las operaciones de nuestra empresa deben evolucionar de la mano.

Desde Segurpress.com lo hemos llamado, “convergencia de la información”. Y es que para poder ser un poco más profesionales en nuestro trabajo como Directores de Seguridad, deberíamos ser capaces de tratar toda la información.

En las últimas dos décadas hemos sido testigos de un cambio significativo de los sistemas y entidades dispares para la seguridad y las operaciones hacia un entorno convergente o integrado. Las ventajas de esta migración son reducciones significativas en coste y las ganancias en eficiencia global. Pero al igual que un teléfono inteligente, que combina componentes como la cámara, la informática móvil y GPS, el entorno convergente también es mayor que la suma de sus partes.

Estamos acostumbrados a manejar de una manera eficiente lo que solemos llamar la “Seguridad Patrimonial” o seguridad física, pero muchos departamentos de seguridad son aún reacios a encargarse de la seguridad informática o seguridad de la información. En ciertos círculos profesionales del sector aún existe la discusión de que la seguridad informática la han de proveer nuestro departamento de informática, pero, ¿No es la información parte de nuestro patrimonio empresarial?, y si es así ¿Por qué aún estamos debatiendo quien ha de ocuparse de dicha función?

En primer lugar debemos ser conscientes del entorno en el que nos encontramos, analizar nuestros riesgos, y atajarlos, asegurarlos o minimizarlos, es básico, y se imparte en cualquier curso de seguridad básica.

En un mundo cada vez más digital, todos los datos de nuestras empresas están valga la redundancia digitalizados y por lo tanto son parte notable a tener en cuenta en nuestro análisis de riegos, pero aún así muchos profesionales siguen dejando esta tipología de amenaza fuera de sus análisis, adjudicándosela al departamento de informática.

El ejemplo en este caso es claro, en las entidades financieras por regla general el encargado de asegurar el dinero en efectivo es el departamento de seguridad, transporte, logística, seguridad física, etc. etc. pero ¿En las transacciones digitales quién se encarga de proporcionar dicha seguridad? ¿Son menos valiosas estas transacciones, que las que se hacen en efectivo?

Quizá podamos estar hablando de desconocimiento de lo digital, quizá que los directores de seguridad han perdido el tren de las nuevas tecnologías, o simplemente seamos los “cowboys” de nuestras empresas, pero lo que sí es seguro es que en un futuro no muy lejano, si no renovamos nuestras dotes, si no actualizamos nuestro software interno de seguridad,… estemos más cerca de estar desfasados o desactualizados, que de ser unos grandes profesionales.