la FTSP-USO CANARIAS, se despide de Alexis Ravelo amigo eterno.

Ayer 30 de enero falleció de un infarto a los 51 años en Las Palmas de Gran Canaria, Alexis Ravelo. El escritor de novela negra ha pasado a la historia literaria de nuestro país como uno de los más valorados en su género.

La FTSP-USO CANARIAS, agradece a Ravelo que en su novela Morir despacio: La cuarta entrega de Eladio Monroy, diera una visión novelesca y cercana del sector de la Seguridad Privada.

La acción de Morir despacio arranca cuando Ernesto Barroso, saca a Eladio Monroy de su retiro al pedirle que investigue acerca de las circunstancias del suicidio de su hijo Víctor, informático free lance que hacía trabajos para un periódico digital. El exmarinero no tardará en descubrir que la muerte del joven no está tan clara como afirma la explicación oficial y que no es la única víctima vinculada a una trama de corrupción que casi toda la ciudad conoce pero nadie denuncia.        

Grupos de seguridad que se reconvierten en empresas de servicios de comedores escolares para obtener subcontratas compradas directamente a políticos sin escrúpulos y propietarios de medios de comunicación que venden su silencio al mejor postor conviven en esta novela con líderes de sindicatos minoritarios y periodistas que aún creen en la ética. En un contexto de asalto al Estado del Bienestar por parte de los poderes económicos, Eladio Monroy se topará de frente con una realidad ante la cual habrá de preguntarse si realmente vale la pena tomar partido.

El poderoso, Marcial Navarro Lorenzo, la mano siniestra que dirige como títeres tanto a políticos, con independencia de cuál sea su partido, como al resto de los que se han convertido en sus marionetas, ha hecho fortuna con una empresa de seguridad. Curiosa e inquietante lectura, porque ese pequeño ejército privado gestado y alimentado por la corrupción, podría algún día ser una realidad no solo en este archipiélago abandonado de la mano de los dioses.

Así se describe Navarro Lorenzo: “Sí. Se deja que no ha nacido hijo de puta capaz de joderme. Si se informó de verdad sobre mí, sabrá cómo empecé: vigilaba coches por la noche en la calle y, cuando ya daba la madrugada, me iba a Mercalaspalmas, llenaba un furgón con fruta y la vendía por los mismos barrios que me pateaba por la noche. Sé lo que es partirme el lomo y sé lo que es no tener dónde caerme muerto. Desde chico aprendí que nadie te va a regalar nada, que lo que tengas en la vida te lo vas a tener que ganar tú y que solo hay un objetivo en esta vida que valga la pena: que a tus hijos no les falte nunca de nada. Y, si para conseguir eso, hay que pisarle la cabeza a quien haga falta, se le pisa la cabeza y punto y pelota. Yo no soy hipócrita, Monroy. Yo soy un tío que se crió en la calle y sabe lo que es el sudor. No tengo estudios ni tengo modales finos. Solo tengo dinero. Pero, teniendo dinero, ¿para qué necesito los modales y los estudios?”

“Te recomendamos este libro de un autor canario, que seguro identificaras con lo que todos pensamos que pasaba en nuestras Islas con las relaciones de algunas empresas de seguridad y algunos grupos políticos de Canarias.”