El juez Eduardo López Palop tomará hoy declaración como imputado al vigilante de seguridad de Seguriber que la madrugada del 1 de noviembre de 2012 estaba encargado de controlar las 130 cámaras instaladas en el recinto Madrid Arena, donde a las 3.00 horas se produjo una avalancha que acabó con la vida de cinco jóvenes que asistían a la fiesta de Haloween.
Roberto M.G., empleado de Seguriber, ha sido recientemente imputado por el magistrado. El pasado junio, Roberto M. manifestó en su declaración judicial que desconocía el funcionamiento de las cámaras, ya que llevaba solo una semana trabajando para Seguriber.
Además, el último imputado en la causa sostuvo que no vio nada raro en el control de cámaras en el momento en el que se produjeron las avalanchas en el vomitorio.
Hoy concluirán previsiblemente las declaraciones dentro de la fase de instrucción. De este modo, el magistrado dictará en las próximas semanas el auto de transformación de las diligencias en procedimiento abreviado, lo que supondrá el final de la investigación y la concreción de las imputaciones.