Lo hizo en el Complejo Policial de Canillas ante cerca de 150 representantes de centrales receptoras, en una jornada de trabajo en la que también se ofrecieron datos sobre la evolución de las alertas en los últimos años.
La primera iniciativa es el Procedimiento de Comunicación Electrónica de Alarmas (PROCEDA), que obliga a las centrales receptoras a comunicar de manera inmediata a la Sala Operativa del 091 correspondiente las alarmas reales que se produzcan y consideren válidamente confirmadas. A grandes rasgos, este proyecto supone además que las centrales mantengan una comunicación permanente con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) durante el incidente y aporten información útil para la respuesta.
Por otro lado, el CNP presentó el Procedimiento de Respuesta e Intervención Segura ante las Alarmas (PRISA), que establece los principios de actuación durante las alarmas de las unidades policiales que acudan a los avisos.
Las comunicaciones enmarcadas en estos proyectos se apoyarán en un Sistema Informático de Comunicación de Alarmas, que se conocerá como Plataforma SICA.El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que inauguró la jornada, indicó que ambos proyectos se enmarcan en el Plan Estratégico de la Policía Nacional 2013-2016, que “tiene entre sus objetivos principales la implantación de un sistema de patrullaje inteligente, la colaboración ciudadana e institucional y la mejora de la gestión de la seguridad privada mediante la implantación de la administración electrónica”.
Según explicó Cosidó, los proyectos PROCEDA y PRISA, así como la plataforma SICA, responden a tres objetivos: seguir reduciendo las intervenciones innecesarias de las patrullas policiales ante las falsas alarmas, la liberación y disponibilidad de patrullas policiales para atender a incidentes reales de seguridad ciudadana y la implantación de sistemas electrónicos inteligentes en las comunicaciones de verificación y respuesta a las alarmas.
Durante el encuentro, el comisario jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada, Esteban Gándara, analizó también los logros conseguidos por el CNP en los últimos años en relación con las falsas alarmas. Destacó que, entre el año 2004 y la actualidad, las alertas no reales comunicadas por empresas de seguridad privada al CNP han descendido en más de un 90 por ciento. Esto ha supuesto una importante reducción de las intervenciones innecesarias por parte de patrullas policiales, según explicó Gándara.
Las falsas alarmas han pasado de 239.735 en el año 2004, a 18.268 en 2013. Una evolución que Gándara atribuyó a las paulatinas acciones que han partido del CNP para reducir esta problemática. Según explicó el responsable policial, a lo largo de los últimos diez años se han sucedido tres políticas diferentes desde el Cuerpo, que han marcado la evolución de las falsas alarmas. De una política de “tolerancia”, anterior a 2004 y que coincidió con las cotas más altas de falsas alarmas, se pasó a otra de “intolerancia” en la que se redujeron drásticamente los avisos, pero también aumentaron significativamente las sanciones. Con la entrada en vigor de las Ordenes Ministeriales de 2011, se ha establecido una política de “proporcionalidad” en la que la tendencia de los falsos avisos a la Policía y las sanciones se mantienen a la baja.
Gándara puntualizó además que durante ese tiempo, a la vez que descendían los avisos de alarma, aumentó el número de abonados, que en la actualidad son 1.482.925. Un 4,79 por ciento de las conexiones pertenecen a establecimientos obligados, con las entidades financieras al frente, con 32.506 enlaces. Entre los no obligados, lideran la clasificación los domicilios, con 743.934 conexiones a CRA.