Máxima preocupación en el Gobierno por el conflicto de Mali y el secuestro de rehenes en Argelia. La guerra iniciada por Francia contra los islamistas podría traer serios perjuicios a los intereses españoles en el norte de África. El CNI ha intensificado su trabajo en la zona.
La inquietud en el Ejecutivo de Mariano Rajoy por el conflicto maliense ha ido en aumento estos últimos días. Las informaciones que llegan a Moncloa a través de diversos ministerios, y también desde el Centro Nacional de Inteligencia, apuntan a que la guerra puede poner en peligro importantes instalaciones que son vitales para España.
La primera preocupación del Gobierno es que los enfrentamientos entre el ejército de Francia y las células islamistas se extiendan a un país que es clave para los intereses de España: Argelia.
En ese país existen importantes instalaciones gasísticas que suministran a España. La primera fuente de gas está en Argelia y, por tanto, un conflicto generalizado en la zona pondría en peligro Medgaz, el principal gasoducto que une aquel país con la península, del que Iberdrola y Endesa poseen el 20 y el 12% del accionariado, respectivamente.
El CNI aumenta su actividad
El Centro Nacional de Inteligencia ha decidido incrementar la presencia de agentes de campo en ambas zonas de conflicto, según explican fuentes conocedoras de los planes diseñados al más alto nivel.
El objetivo de esta medida es reforzar la red de información sobre el terreno, para tratar de conocer los movimientos de las células islamistas en territorio maliense y argelino y, de esta forma, garantizar la seguridad de las instalaciones de gas natural que suministran a España.
Desde el CNI se ha establecido contacto con otros servicios de inteligencia con intereses en la zona (Italia y Francia, entre otros) para reforzar sus equipos de campo y estar al tanto, en todo momento, de los avances de los islamistas.
La estrategia: frenar a los yihadistas
La estrategia que han diseñado el CNI y el resto de servicios de inteligencia pasa por controlar las zonas libres de islamistas y vigilar (y frenar) el avance de las células itinerantes que intenten llegar a Argelia para atacar unas instalaciones gasísticas que proveen a Europa.
El plan de los servicios de inteligencia europeos incluye que unidades especializadas de intervención rápida protejan estas instalaciones de gas natural. Especialmente, el yacimiento de Hassi R’mel, que es el que provee a Europa de esta fuente de energía.
Para ello, España cuenta con el apoyo del Gobierno argelino: el ejército y la policía del país se han mostrado dispuestos a colaborar de manera activa
El problema, tal y como se ha abordado al más alto nivel, es que el gasoducto de Medgaz (llega a España a través de Almería) supera los 500 kilómetros de recorrido por tierras argelinas, un distancia demasiado amplia como para poder controlar el cien por cien de las tuberías.
Fuente: elconfidencialdigital.com
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