Los acuerdos más jugosos del dueño de Esabe con la Administración del Estado. Era la oferta más barata; lo demás no importaba. Por eso Esabe conseguía los mejores contratos con la Administración, en los últimos tres años una bolsa de 95 adjudicaciones millonarias pese a que también eran millonarias sus deudas con Hacienda y la Seguridad Social. Cuando aparezca el empresario fugado Juan José Prados, podrá preguntarle la policía qué amigos tenía en los ministerios. Los damnificados por sus trampas quieren saberlo
El anuncio apareció en el BOE el sábado 29 de septiembre pasado. “Habiendo resultado infructuosas las notificaciones iniciales”, la Dirección de Inspección del Ministerio de Empleo y Seguridad Social recurría al boletín oficial para notificar 22 actas de infracción a Esabe Vigilancia SA. Pero los inspectores de trabajo no tendrían que haber buscado demasiado para entregar el aviso: bastaba con mirar quién vigilaba el ministerio.
Esabe tenía la contrata de la custodia y control de acceso de numerosas oficinas de la Inspección de Trabajo por toda España, y también el encargo de vigilar la propia sede ministerial. Ese era, de hecho, uno de los contratos más grandes de la empresa: 4,9 millones de euros que le habían sido adjudicados en noviembre de 2011.
Un hito en la cartera de negocios del grupo empresarial que hoy la policía tiene por red mafiosa y cuyo dueño, Juan José Prados del Pino, está desaparecido. Esabe conseguía muchas contratas con todo tipo de departamentos del Estado, y con una frecuencia sorprendente: prácticamente mensual desde 2009. Y todo pese a que la red que dirigían Prados, su esposa y sus hijos como una familia –en la acepción más calabresa del término– estaba perpetrando un gigantesco fraude a Hacienda y la Seguridad Social que resonaba en todo el sector de la seguridad privada.
Reportaje completo en la revista interviú y en la Edición Digital: http://pdf.interviu.es
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