El detenido provocó numerosos daños en el vehículo de una vigilante de seguridad, empleada de un establecimiento de alimentación de la capital majorera, con quien había tenido un juicio esa misma mañana.
Los hechos se desencadenaron tras la llamada al teléfono 091 de una vigilante de seguridad, empleada en un establecimiento de alimentación de Puerto del Rosario, comunicando que acababa de observar a un individuo rayar su vehículo, provocándole numerosos daños en puertas y aletas.
La mujer narró a los funcionarios policiales que se trataba del mismo individuo con quien había tenido un juicio esa misma mañana y que se trataba de una venganza.
Repercusión en medios