El juez que investiga el robo de joyas y piezas de valor en los juzgados de Benalúa por parte de tres guardias de seguridad de la empresa privada de vigilancia y la mujer de uno de ellos ha tenido que abandonar la causa al ser él también víctima de las sustracciones.
El magistrado es uno de los afectados, ya que presuntamente los guardias jurado imputados en el caso le sustrajeron una pluma estilográfica Mont Blanc que el juez echó en falta y que posteriormente fue incautada en el registro domiciliario que se llevó a cabo en la vivienda de uno de los guardias, en los que se halló la pluma, que el mismo juez reconoció, así como numerosas piezas de oro, plata y relojes que habían desaparecido en los juzgados. La lista no acaba ahí. Hay incluso una videoconsola Play Station sustraída entre otros elementos de valor, según confirmaron fuentes judiciales consultadas por este diario. Precisamente el juez sobre el que ha recaído el caso ha sido el titular del juzgado de Instrucción número 2, uno de los que más ha sufrido el robo joyas y oro, aunque en este caso el juez no es parte ya que a él, personalmente, no le falta nada.
El magistrado acaba de ordenar una tasación de todos los objetos incautados para saber el valor de lo sustraído, un dinero que, en principio, se le reclamará al Estado, aunque luego se le pediría en costas a los acusados.
Por el robo de oro y otras piezas de convicción de valor en los propios juzgados (pruebas incautadas en las investigaciones que se utilizan en los juicios) hay imputados tres guardias jurados y la mujer de uno de ellos que, supuestamente, vendía las piezas a tiendas de compraventa de oro.
Los cuatro irán a juicio aunque, hasta que no se lleve a cabo la pericial de la tasación, el fiscal no realizará el escrito de acusación para valorar la pena a solicitar.
Fuentes judiciales indican que prácticamente todos los juzgados en los que se almacenaban pruebas sufrieron robos durante la noche, horario en el que desarrollaban su labor los guardias jurado de la empresa de seguridad privada que se encarga de la vigilancia nocturna del Palacio de Justicia. Los agentes fueron relevados de su puesto por la empresa tras ser detenidos y puestos en libertad con cargos por el juez de guardia.
Uno de los afectados por el robo de cuatro anillos, el cinéfilo alicantino Paco Huesca, pide al Estado que si las joyas no aparecen se le compense, al menos, por el “daño moral” causado. Huesca remitió un escrito al Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, reivindicando su “derecho” a ser indemnizado por la pérdida de las joyas en el juzgado de lo Penal número 6 de Alicante. En la misiva denunció que los juzgados requisen piezas de valor que no tasan. Un asesor de Gallardón remitió una carta al afectado pidiendo disculpas por los robos.
Fuente: diarioinformacion.com
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